Nuestro querido profesor de francés.

"¿Para qué llamar caminos
a los surcos del azar?"

Hoy, 22 de Febrero, es el aniversario de la muerte de Antonio Machado, uno de nuestros poetas más musicados. En 1939 de un día como hoy moría el profesor de francés y poeta en Francia, recién cruzada la frontera durante aquellos trágicos momentos de la historia de nuestro país.

Musicalmente hablando tendemos a identificar a Machado con los Cantares, conocidos gracias sobre todo a Serrat, y que en realidad son los Proverbios y Cantares. Machado-Serrat ponen de manifiesto una de las ideas recurrentes del literato: nuestra vida no está trazada de antemano, sino que se realiza según la vivimos: "caminante, no hay camino/se hace camino al andar".
También en estos emocionantes Cantares se escuchan ideas como la del ir y venir del hombre: "... al volver la vista atrás/ se ve la senda/ que nunca se ha de volver a pisar"
Además aparece un simbolo frecuente del autor, que es el mar: el mar, que es la representación del infinito, la inmensidad, la nada, en definitiva:



La mar se presenta también en otra de las interpretaciones más conocidas de Serrat, como es La Saeta: "No puedo cantar ni quiero/ a ese Jesús del madero/sino al que anduvo en el mar":



El mar es uno de los símbolos del universo del poeta, entre otros, como el otoño, la luna, la sombra... Todos ellos representan no sólo la muerte, sino también el devenir casual de la vida.

Esta idea de la causalidad está heredada quizás del poemario de Jorge Manrique, el mar donde descansamos, el mar como el lugar del morir, allí  donde se vierte la vida... 

Machado es, como cualquiera, un hombre paradójico, lleno de contrastes: "Hay en mi sangre gotas /de sangre jacobina/pero mi verso brota/de manantial sereno..." Aquí tenemos la emocionante interpretación de Alberto Cortez:



Por último, un pequeño homenaje a un clásico (sólo para escuchar), Paco Ibáñez :

2 comentarios:

  1. Gracias por este recorrido musical.
    Aquí dejo su famoso retrato:

    (RETRATO)

    Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
    y un huerto claro donde madura el limonero;
    mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
    mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

    Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
    —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
    mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
    y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

    Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
    pero mi verso brota de manantial sereno;
    y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
    soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

    Adoro la hermosura, y en la moderna estética
    corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
    mas no amo los afeites de la actual cosmética,
    ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

    Desdeño las romanzas de los tenores huecos
    y el coro de los grillos que cantan a la luna.
    A distinguir me paro las voces de los ecos,
    y escucho solamente, entre las voces, una.

    ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
    mi verso, como deja el capitán su espada:
    famosa por la mano viril que la blandiera,
    no por el docto oficio del forjador preciada.

    Converso con el hombre que siempre va conmigo
    —quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
    mi soliloquio es plática con este buen amigo
    que me enseñó el secreto de la filantropía.

    Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
    A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
    el traje que me cubre y la mansión que habito,
    el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

    Y cuando llegue el día del último viaje,
    y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
    me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
    casi desnudo, como los hijos de la mar.

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  2. Buenos cantautores para compartir.gracias amiga Angeles.Un abrazo

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