El desertor profesional

Hemos aprovechado el puente para actualizar algunas de nuestras lecturas (que falta nos hacía). Por eso vamos a hablar de un libro muy entretenido, no sólo para los músicos sino para todos aquellos que hayan tenido que vivir del arte en general.

Se trata de El desertor profesional, de Pere Bardagí. El libro resume la vida de este autor-intérprete al que yo no conocía de nada antes de leer el libro.

Una de las frases que viene en la contraportada es:
"No nos engañemos: Bach no escribía sus cantatas para pasar a la posteridad sino para dar de comer a su familia".
Otra: "Sólo los jóvenes hacen carrera, pero no porque sean más aptos sino porque son más tontos, más fáciles de engañar con tentadoras promesas de fama y de prestigio".

Espero no vulnerar ningún principio de la ley  de propiedad intelectual si reproduzco alguna frase del interior:
"Hay gente que considera la música clásica como la única música importante. Ahora me daba cuenta de que todas las músicas eran lo mismo: buenas o malas".

Otra que me gustó mucho:

"Tambien ocurre que, cuando he estudiado una obra para un concierto, luego no puedo escucharla con la misma frescura que antes. He perdido la inocencia. Pienso, por ejemplo, en las sonatas y partitas de Bach. Desde luego son una obra extraordinaria, pero si las oigo de música de fondo me ponen nervioso. La he estudiado durante tanto tiempo que no puedo disfrutarlas sin pensar en los problemas que tiene el intérprete para sortear éste o aquel pasaje (...). Por lo tanto he llegado a otra de mis conclusiones:

Cuanta más música hayas tocado en tu vida, menos música te apetecerá escuchar".


Interesante, ¿no?

También es gracioso el curriculum que acerca de sí mismo escribe en la página 191. Destaco una frase que me recuerda a Les Luthiers:

"Se ha dedicado principalmente a la música de cámara, haciendo esporádicas incursiones en el terreno de solista de las que ha salido ileso".

Leedlo si podéis, compradlo si queréis (que éste no es un blog de crítica literaria ni de publicidad), pero en cualquier caso una cosa digo: la literatura y la música tienen muchos puntos de encuentro, y éste es uno de ellos.